
Llevábamos mucho tiempo soñando con este destino y ahora podemos afirmar que…
Uganda nos ha cautivado de todas las maneras imaginables.
Se trata de un país alegre, seguro, lleno de posibilidades, de negocios crecientes, de cosechas fructíferas, de vida salvaje y de personas con respeto por su país, sus costumbres y su medio de vida…
Para el que no lo tenga muy claro, vamos a situar este impresionante país. Como vecino al este tiene a Kenia y al sur a Tanzania. A ambos tres les une el lago Victoria. ¡Cuidado! No confundidlo con las Cataratas Victoria…(hablaremos de estas en otro articulo)
La llegada hasta Entebbe es cómoda y a un precio razonable con Turkish Airlines…Llegas de madrugada a la capital y tras cruzar los puestos de inmigración y sanidad, que se recorren con relativa rapidez, empieza tu viaje…
Tened en cuenta que hace falta un visado que se puede tramitar previamente online y que también es necesario vacunarse de la fiebre amarilla*.
* La normativa vigente afirma que sólo es necesario vacunarse de la fiebre amarilla una vez en la vida, por lo que sólo es necesario presentar una cartilla que lo demuestre y no hace falta ponerse más vacunas de “recuerdo”.
Un lado de la ciudad de Entebbe esta mirando al lago Victoria…y por la mañana los marabúes pasean tranquilamente por sus orillas. Despues de conocer Entebbe y sus alrededores nos podemos en camino.
Tras pasar por el bullicio de Kampala, nuestra primera parada fue Ziwa Rhino Sanctuary, un precioso proyecto de reintroducción del rinoceronte blanco en el país que de momento se presenta bastante exitoso ya que tienen 22 ejemplares viviendo en libertad, y que supuso una inyección de optimismo e ilusión.
A continuación, pusimos rumbo hacia el Parque Nacional Murchinson Falls, el área protegida más grande de todo el país, que cuenta con una extensión de 5000 Km2 y atravesado por el río Nilo de este a oeste. La enorme extensión de terreno que ocupa hace que abarque diversidad de ecosistemas y con ello una grandísima variedad de fauna…Nada que envidiar a los míticos parques de Kenia, Tanzania o Sudáfrica: Ungulados, jirafas, elefantes que se pueden observar desde el todoterreno o navegando por las aguas del Nilo hasta las cataratas que dan nombre al parque.
Esas jornadas de navegación son un vergel de tejedores, águila pescadora, hipopótamos y cocodrilos entre otros.
Ya enamorados del país continuamos rumbo hacia el sur atravesando plantaciones de té en plena ebullición, donde nuestra siguiente parada es el Parque Nacional de Kibale, que con casi 800 Km2 incluye trece especies diferentes de primates, de los cuales los chimpancés cuentan con unos 1.450 ejemplares.
Otro de los puntos fuertes del viaje es precisamente es el avistamiento de grupos “habituados” de chimpancés. Rodeados por ecosistema de selva tropical tuvimos que ser ágiles y rápidos siguiendo su rastro. Los chimpancés son muy territoriales y nosotros asistimos a una confrontación entre dos familias por el mismo territorio. Allí estábamos impávidos mientras corrían y chillaban entre ellos y nos esquivaban como si fuésemos parte integrante del escenario. ¡La emoción nos duró toda la tarde y gran parte de la noche!
Seguimos rumbo sur hacia Queen Elizabeth National Park, enclavado en el valle del Rift y que aporta muchísima variedad de paisajes. Sabana, bosques de acacias, manglares y cráteres volcánicos. También aquí además del safari en todoterreno se puede navegar por el Canal de Kazinga entre hipopótamos y aves acuáticas.
¡Y casi sin darnos cuenta estábamos en las puertas del Parque Nacional de Bwindi el colofón del viaje!
Revisamos nuestra equipación, cámaras de fotos, agua para el ascenso, algún snack…Había mucha información accesible al alcance de todos. Sabíamos que el ascenso puede ser largo y hay porteadores para ayudar a la gente menos en forma por unos 15 dólares más la propina. Hay un total de 15 familias de gorilas habituados y el grupo máximo es de 8 personas por familia. El ascenso comenzó a la hora prevista e íbamos escoltados por guardas armados abriendo y cerrando el grupo.
Gorila espalda plateada en P.N Bwindi (Uganda). Foto: Marta de la Torre
Nosotros tardamos unas dos horas en encontrarnos con la familia que teníamos asignada, Nshongi. Si bien el principio del ascenso fue sencillo, poco a poco se fue complicando a medida que ganábamos altura y la selva espesor. Calor, humedad, tramos de vadeo de arroyos…costaba en algunos momentos no resbalar entre el barro o las piedras. Los guías nos avisaron que la familia estaba cerca así que cogimos sólo lo imprescindible para esta etapa final (la cámara de fotos).
Creo que una experiencia así no puede relatarse y es mejor vivirla. Pasamos una hora fugaz observándoles a la distancia que ellos mismos nos marcaron, pero nos regalaron escenas de “familia costumbrista” …los hermanos pequeños jugando entre las ramas, las madres observantes, el padre de familia “lomo plateado” marcándonos el territorio que podíamos ocupar y la distancia que no podíamos pasar…Una hora que voló, pero nos marcó para siempre.
Esperamos que estas líneas os hayan servido para tener una breve idea del tipo de viaje que Uganda y Situmedicesvoy puede ofreceros. Uganda es el perfecto destino para familias o parejas que quieran ir un paso más allá en África.
El país da perfectamente para un viaje en si mismo, y también puede ser la guinda perfecta del pastel a un safari en Kenia o Tanzania buscando la combinación perfecta del viaje a medida entre el safari de todoterreno con la caminata a la selva impenetrable de Bwindi.
Este viaje en Uganda no habría sido el mismo si me hubiesen acompañado otras personas. El azar, la casualidad o tal vez, la causalidad, hizo que confluyésemos siete personas de las que puedo decir que la generosidad, el amor a la naturaleza y el “saber viajar en grupo” sólo han multiplicado exponencialmente la experiencia en tierras ugandesas. Desde aquí gracias a Christian, Louise, Emma, José Antonio, Loic y Aitor…gracias de corazón.