Sueño de viajeros, pintores y escritores desde que los exploradores europeos las descubrieron en el siglo XVIII, la Polinesia Francesa, también conocida como la “Perla del Pacífico”, atrae con su embrujo a quienes viajan en busca de una belleza que se debate entre los límites de la realidad y la fantasía.
Playas inmensas rodeadas de cocoteros, fondos coralinos y esmeraldas. Verdes, turquesas, azules, arenas blancas… Una paleta de colores con la que dibujar esta tierra alegre y fecunda. Un paraíso que evoca un pasado volcánico y que conserva sus tradiciones y costumbres vivas.
El encanto y fascinación que crean estas islas, independientemente si es la primera vez o repetís, es brutal. Coged varios de los paraísos que tengáis en mente, echadlos en una coctelera, agitad bien, y el resultado es Polinesia. Islas volcánicas, coralinas, atolones, mezcla de culturas, gente feliz, risueña. actividades de tierra y por supuesto de agua. Son tantos impactos los que recibiréis a lo largo del día, que al final de este, estaréis como si hubierais corrido una maratón. Difícil explicar los sentimientos que generan estas islas..
Hacer snorkel para disfrutar de los tiburones de punta negra y tiburones limón. Y poder alimentar a las mantas en el interior de la laguna, son actividades que tenéis que hacer.
Realizar una travesía en un catamarán privado con tripulación por distintas islas nos dará en primer lugar total independencia y en segundo lugar unas vistas y actividades únicas.
Descubrir el espectacular valle de Papenoo, en el interior de Tahití en 4×4, disfrutando de su cultura, sus paisajes, cascadas y ríos, disfrutando de un almuerzo típico polinesio que os dejara sin palabras.
El Brando es un exclusivo complejo en la isla privada de Tetiaroa, un atolón compuesto por una docena de pequeñas islas que rodean una laguna a 50 kilómetros al noreste de Tahití. Acceso a la isla en avión privado, dispone de 35 villas de 300 metros cuadros con acceso directo a playas de arena blanca frecuentadas por tortugas marinas, mantarrayas y aves exóticas.
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Situado en Motu To’opua, vistas al océano y con el impresionante telón de fondo del volcán inactivo Monte Otemanu. Situado a 20 minuto s en barco desde el aeropuerto. Todas las habitaciones están reformadas, combinando la madera con el mármol. Decoración elegante y a la ultima tecnológicamente.
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El pequeño islote de Motu Tautau se encuentra a poca distancia del icónico Bora Bora. Lo más complicado será decidir si preferimos las habitaciones beach o las overwater. Dispone de un jardín de corales espectaculares en el que estar todo el día haciendo snorkel..
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Ubicado a unos 20 minutos en coche desde el aeropuerto, bordeando la laguna Cook llegaremos al norte de la isla en donde se sitúa este hotel. Enclave perfecto para disfrutar de los atardeceres únicos polinesios. Dispone de villas en agua o en tierra con total privacidad en nuestra terraza con piscina privada. Muebles oscuros y suaves y tonos neutros proyectan una sensación relajante y acogedora,
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La electricidad en Polinesia Francesa es de 220 V, con enchufes de dos clavijas redondas como las nuestras. No haría falta llevar adaptador de enchufes desde España.
Hora local: GTM – 10 horas, por lo que la hora en Papeete es 11 horas menos que España en invierno y -12 horas en verano.
La moneda oficial de Polinesia es el Franco de la Polinesia (cambio fijo con el Euro: 119,33 XPF= 1 Euro)
Cualquier época del año.
El clima de estas islas es soleado y muy agradable.
Solo existen 2 estaciones: De Noviembre a Mayo, el clima es caluroso y húmedo.
De Junio a Octubre, el clima es fresco y seco.
Superficie de 4.000.000 km2 (casi como Europa) y una población de doscientas noventa mil personas.