
Seguro que habéis escuchado y visto ese fenómeno espectacular que ocurre todos los años entre los países de Kenia y Tanzania.
Miles y miles de animales en perfecta sincronía recorren el parque nacional de Serengueti en Tanzania hasta llegar a Masai Mara en Kenia.
Os explicamos con detalle este misterio para que tengáis una visión más completa del proceso en vuestro próximo viaje a estos países.
Lo primero que tenéis que saber es que es un movimiento cíclico. Los herbívoros se movilizan en busca de pasto y agua, y no siempre se produce en las mismas fechas. Las lluvias marcan los tiempos. La naturaleza no es previsible al 100%.
Todo empieza con la gestación y posterior nacimiento de miles de crías de gacelas, cebras, ñus, etc. Todos estos herbívoros se reúnen en el sur de Serengueti y parte de Ngorongoro para tener a sus descendientes.
¿Porqué y cuándo?
Suele ocurrir entre finales del año hasta febrero. Uno de los motivos de que todos se coordinen para parir en la misma zona y en la misma fecha es la protección mutua. Otro motivo importante, el pasto rico en nutrientes que se produce en esta zona.
Este fenómeno se conoce como “parideras”. Mientras haya buen pasto y agua, los animales no se moverán de la zona. Es un momento espectacular e interesante, ya que en las proximidades se concentran felinos y otros depredadores en busca de las crías más indefensas.
Entre los meses de mayo y julio los animales van ascendiendo a la zona central de Serengueti, llamada Seronera. Seguirán subiendo hacia el corredor noroeste en dirección a Masai Mara, en continua búsqueda de agua y pasto para abastecerse.
Hacia finales de agosto muchos animales se habrán dirigido hacia el oeste de Serengueti. Otros estarán llegando a Kenia y ahí es donde permanecerán hasta mediados o finales de octubre.
Aproximadamente sobre el mes de noviembre los animales vuelven a hacer el recorrido de regreso al sur de Serengueti, momento en el que empiezan a caer las primeras lluvias.
Es importante intuir por dónde puede estar los animales para la elección de los alojamientos. Cuanto más cerca nos encontremos, más disfrutaremos de nuestro safari.
Dicho todo lo anterior, no os recomendamos viajar a Tanzania o Kenia con la expectativa de rememorar las escenas de los documentales de National Geographic o de la BBC, donde los ñus o cebras cruzan los ríos e intentan escapar de las mandíbulas de los cocodrilos, o de las hileras kilométricas de animales en perfecta simbiosis. Disfrutad de cada uno de los momentos únicos que os regalará la naturaleza.
La traducción de «safari» en Swahili no es otra que viaje. Tanto Tanzania como Kenia tienen una magia especial que os animamos a descubrir.
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