Hoy, el continente Antártico, sin duda, es el lugar más misterioso del planeta.
También es conocido con el nombre de “Continente Pulsante” debido al incremento y reducción de su superficie entre las estaciones de verano e invierno. Pasando de 14 millones de km2 en verano a 30 millones de km2 en invierno. Este fenómeno se repite todos los años.
Hace unos 250 millones de años, la Antártida estaba ubicada en la banda subtropical del planeta, cubierta de abundantes bosques y habitada por reptiles y anfibios. En ese momento formaba parte del supercontinente de Gondwana, del cual se separó permanentemente hace 65 millones de años y comenzó a derivar hacia el Polo Sur.
Su enfriamiento gradual sentó las bases para la formación del hielo, convirtiéndola en la tierra más extrema e inaccesible del mundo.
Su capa de hielo permanente cubre y oculta casi por completo su topografía. Una maravilla ecológica que ha hechizado a exploradores, científicos y viajeros por igual durante siglos.
Hablar de Antártida implica rememorar las hazañas cometidas por hombres como Amundsen, Nansen, Scott o Shackelton.
Vamos a hacer un poco de memoria…
El 14 de diciembre de 1911, Roald Amundsen alcanza el Polo Sur junto a su equipo, cinco semanas antes de que llegara el capitán británico Robert Falcon Scott con la expedición Terra Nova.
Los primeros regresaron a su base, mientras que los segundos, perdieron la vida en el intento. Esta es la epopeya del primer hombre que pisó el polo sur.
Pero si hay que destacar una expedición entre las muchas que discurrieron por este continente, sin duda la mas épica fue la del “Endurance” con Shackleton y su tripulación.
Todo empezó con este anuncio publicado en 1907 en la prensa londinense, al cual respondieron más de 5.000 aspirantes.
«Se buscan hombres para viaje peligroso. Sueldo escaso. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura el regreso. Honor y reconocimiento en caso de éxito».
Con 28 hombres a bordo, el barco quedó atrapado por la banquisa a la deriva sin poder alcanzar las costas antárticas. Triturado por la presión de los hielos, el barco se hundió el 21 de noviembre de 1914 ante los ojos de la consternada tripulación. Salvaron lo poco que pudieron. Se perdió casi todo el equipo y tuvieron que sacrificar a los perros para poder alimentarse. El 30 de agosto de 1915, después de un épico viaje, Shackleton regresaba a la isla Elefante a bordo de un remolcador chileno para recoger a sus hombres. Todos regresaron a Inglaterra sanos y salvos.
Curiosidades Antárticas:
- En pleno verano (enero), los días en la Antártida tienen luz casi las 24 horas del día. A media noche el Sol “baja” hasta la línea del horizonte para luego volver a “subir” Las horas en que el sol está más próximo al horizonte son llamadas noches blancas.
- Entre las especies que viven en el Océano Antártico, destaca el krill, un pequeño crustáceo de 4 cm de largo que es la base de la cadena ecológica antártica y la fuente alimenticia de casi todas las demás especies como focas, ballenas, aves, pingüinos, etc.
- El monte Erebus es un volcán activo de la Antártida situado en la costa oriental de isla de Ross. Su elevación es de 3.794 metros sobre el nivel del mar. El punto más alto del continente es el Macizo Vinson, con 4.892 metros.
- El extremo norte en la Península Antártica se encuentra a solo 1.000 km de Usuhaia o Punta Arenas.
- El único representante de la fauna que pasa el invierno antártico sobre el hielo es el mayor de los pingüinos, Aptenodytes forsteri o Pingüino Emperador, cuyos machos se quedan incubando el huevo puesto por la hembra, que vuelve al océano.
La Antártida es sencillamente impresionante.
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